14 abril 2015

Luis Gardey cantante y compositor de Quintes

Resumen de una reciente publicación de la NUEVA ESPAÑA, donde Luis evoca su vida profesional. (primera parte)
Luis Gardey
Su nombre verdadero es José Luis García Morís, aunque con la reordenación de algunos apellidos de la familia se dio a conocer en el mundo artístico como Luis Gardey. Sucedió justo cuando iniciaba su carrera como cantante en el Somió Park de Gijón. Cantaba baladas y boleros porque a la gente le gustaba lo lento y bailar pegados”.
Desde niño había sentido atracción por la música, escuchando a Machín o a Jorge Sepúlveda en la radio de un vecino de Quintes. Y fue precisamente una actuación suya en Radio Gijón la que propició que el empresario del Somió Park le ofreciera el primer contrato de su vida. Dio después el salto a Madrid de la mano del violinista Jesús Fernández y su orquesta en la Parrilla Alcázar, una de las principales salas de fiestas de la Villa y Corte. Después, la combinación del sello Zafiro, más los programas de la SER de Raúl Matas y José Luis Pécker le lanzaron a unos años de constantes grabaciones discográficas con canciones de Palito Ortega, Alain Barriére o Pino Donaggio. Eran los mediados de sesenta y la primera cima de Gardey, a la que volvería en los años ochenta con canciones de composición propia entonadas por Julio Iglesias, que iniciaba su ascenso en España y América.
Por el medio, monté un pub en Madrid en 1974 y el periodista José Luis Balbín me sugirió que lo llamara Watergate, por el escándalo que había hecho caer a Nixon ese año; fue un éxito y por allí pasó toda la gente importante. Antes, su triunfo en el Festival de Varadero (Cuba), en 1970, le abre las puertas de Hispanoamérica. Esa llave le será muy útil cuando el director general de la empresa Gamesa me dice que no logran entrar en Cuba, y yo les prestó ayuda. Desde entonces, puse los huevos en dos cestas, la de la canción y la empresarial, como representante de suministros industriales para la explotación del azúcar. Desde 1990 Luis Gardey vive establemente en La Habana, aunque visita Madrid y Quintes todos los años por el verano y en Navidad.
Hijo de Noé García Tuya y de Marina Morís Caso. Fui hijo único y mi padre falleció cuando yo tenía 10 años y a mi madre la perdí a los 21. Hice los estudios primarios en la misma escuela de Quintes, y desde pequeño tenía tanta afición a la música que utilizaba como micrófono la perilla de la luz que colgaba de la pared, encima de mi mesilla. Un día, cuando tenía 11 o 12 años me sorprendió mi madre y me dio una vergüenza tremenda. Después, por el pueblo se empezó a correr la voz de que yo cantaba bien.
Mi padre cantaba muy bien la tonada asturiana. Tenía una gran voz y en las fiestas mayores el gaitero siempre le buscaba para acompañarle a la salida de la misa. Era yo pequeño pero me acuerdo perfectamente. Tenía una voz más alta y más fuerte que la mía.
En Quintes ya me inicié a cantar en público. Hacíamos obras de teatro en la escuela y en el descanso me sacaban a cantar en el escenario a capela.
En mi casa no teníamos radio, pero iba a escuchar la de un vecino. Escuchaba una canción dos o tres veces y la aprendía. Años después ya me suscribí a publicaciones como “Canciones del Mundo”, que te mandaban la partitura de la canción arreglada para orquesta completa. Más tarde por la afición que tenia a la música estudie tres años de solfeo y ensayaba con pianistas. Un gran profesor, Marcelino Rubiera, famoso músico en Gijón, me recomendó para cantar en Radio Gijón. Cantaba tres canciones en directo acompañado al piano y todavía recuerdo como me latía el corazón de los nervios. De Radio Gijón, que es donde yo nací como cantante, me acuerdo de Casimiro Álvarez, el gran locutor, muy amigo mío de siempre y al que hace tiempo que no veo. También estaba de locutora Charo Granados, que tocaba el piano.
En la radio me escuchó el empresario de Somió Park, Emilio Magadan, y me contrató para toda la temporada. Actuaba con una orquesta a la que yo les daba aquellas partituras que antes decía. Después de las actuaciones cogía un coche de línea para volver a Quintes y si lo perdía, me iba en bicicleta. Un año de aquellos vino Jorge Sepúlveda a actuar al Somió Park cuando yo tenía 18 o 19 años y me dijo: tienes que ir a Madrid porque te veo porvenir, yo te ayudaré presentándote gente. Efectivamente, fui a Madrid y me presentó a Bobby Deglané que estaba en la Cadena SER. Deglané pasó después a radio España y ocuparon su lugar otros jóvenes en la SER. Estuve un mes en Madrid, pero no me salió nada y seguí cantando en Gijón, donde empezaron a llamarme del Club de Regatas, con lo que me sentía entre la gente importante de la ciudad. Posteriormente para terminar mi etapa en Gijón, se abrió una boite en el hotel Miami (hoy Príncipe de Asturias), que tenía mucho éxito y donde actuaba cuatro días a la semana. Los sábados, las actuaciones eran en la terraza del hotel, en la última planta con un público muy selecto.
Gijón tenía un ambiente musical muy bueno y había muchas salas de fiestas. Creo que la mejor era el Somió Park, pero estaba muy bien también el Parque Gijonés con verbenas famosas como la del Farolillo o el Vestido de Papel con premios a las misses. También estaba el Continental, al lado del cine Campos Elíseos. Había otros lugares con música en vivo, como el Jai-Alai, en la Guía, o Jardines Rosales, en dirección a Cabueñes, pero no actué en ellos. El Jardín se puso de moda más tarde, cuando empezaron a contratar artistas con fama.
La primera canción que canté en el Somió Park fue “Caminemos” y también boleros. Un día, cantando en el Somió Park, me escucha Jesús Fernández, primer violín de la Orquesta Sinfónica Nacional, que además tenía una orquesta muy buena. Jesús me dice: “tengo una orquesta en las mejores salas de fiestas de Madrid, tengo un cantante que se va a marchar, así que si se va te llamo para que vengas con nosotros”. Y así, un día, actuando en la boite del Miami me entregan un telegrama: “Coge la guitarra, coge el tren y ven para acá”.
Y así fue como José Luis García Moris, Luis Gardey, el chaval de Quintes que quiso ser cantante se marcha para Madrid, dejando atrás una difícil etapa de su vida profesional. En Madrid seguiría luchando unos años hasta conseguir la ilusión de su vida, ser un cantante de éxito.
Queda una segunda parte de actuaciones, grabaciones y premios que publicaremos en otro momento. 
QUINTES Mirador del Cantábrico


1962  SEGUNDO PREMIO FESTIVAL DE BENIDORM

1964 "MA VIE", PRIMER GRAN ÉXITO DISCOGRÁFICO DE LUIS GARDEY


1971 SEGUNDO PREMIO FESTIVAL T.V.E. "CANCIÓN 71"