Autos Pidal, antigua línea de autobús Quintes Gijón

En 1935 José Álvarez Pidal consigue autorización para conducir vehículos de servicio público, y funda, junto a su esposa Elisa García, la empresa familiar Autos Pidal para el transporte de viajeros

El Ford O 6821 saliendo de Quintes

Antes, José Álvarez Pidal y Elisa García habían empezado a transportar leche a Gijón con un carro tirado por caballo. En aquellos tiempos el abastecimiento de leche en la ciudad era uno de los recursos más utilizados por la gente emprendedora del campo para ganarse la vida. A punto de estallar la guerra civil, José Álvarez y Elisa García, con una gran visión de futuro, se hacen con un autobús Ford matricula O-6821. Primeramente lo adaptan para transportar personas y leche, después cuando Pepe y Elisa dejan el negocio de la leche el autobús, que pasaría por varias transformaciones,   trasladaría exclusivamente viajeros a Gijón y viceversa por el siguiente recorrido: partiendo de Quintes pasaba por Venta de la Esperanza, fielato de Quintueles, fielato de Cabueñes, Casa Espicha en Somió y el fielato de Somió, para finalizar en el bar Vigil, situado en la calle Ezcurdia esquina a Eladio Carreño, de Gijón.

Otro autobús de Excursión

Como anécdotas de aquellos años es obligado reseñar algunas de las dificultades con que se encontraron José Álvarez y Elisa García: recién iniciado el negocio, llega la guerra civil y el vehículo es requisado por el ejército al Puerto de Pajares, ante lo cual, Pepe, que ya era conocido como “Pepe el de la camioneta”, se ofrece para ir de chofer y presta durante un tiempo sus servicios obligados a la guerra. De vuelta a casa con el autobús, se encuentra con otro problema,  la escasez de combustible. Lejos de amilanarse le instala gasógeno (1) y continúa realizando la línea Quintes Gijón y viceversa. 

Al fallecimiento de Pepe en 1968, Autos Pidal ya contaba con tres autobuses encargados de la línea Quintes-Gijón, además de la realización de excursiones y otros servicios por la provincia. 

Llegarían después dos nuevas generaciones, su hijo Pepín y su nieto Pedro, que aprovechando el auge del transporte de viajeros por carretera van ampliando la flota de autobuses y crean Autos Mariano, actualmente una de las empresas de primer nivel de la cornisa cantábrica.

QUINTES Mirador del Cantábrico

(1) El gasóleo era una especie de caldera circular que se acoplaba en la parte posterior de los vehículos.

La escasez de hidrocarburos motivó que el gasógeno se utilizara en España tras la guerra civil, para mover camiones y turismos. Su gran ventaja era que lo quemaba casi todo: desde carbón vegetal hasta restos de poda y cualquier tipo de madera. Su principal inconveniente radicaba en lo laborioso del manejo: había que cargar la caldera, esperar a que tomara temperatura, mantenerla en su punto, vaciar las cenizas, etc. Se calcula que para cada hora de viaje se precisaban quince minutos de operaciones. Tampoco la calidad del gas obtenido permitía velocidades supersónicas.

Izq. Pepe Álvarez Garcia (pepin), Elisa García, Pepe Álvarez Pidal (Pepe el de la camioneta),  y Elisa Álvarez García, junto  a uno de los autobuses.

Foto de familia: Pepe y Elisa con los hijos

Carnet de conducir (1935)

Carnet de lechero (1946)

Fotos cedidas por Elisa Álvarez García