27 febrero 2013

Vida, costumbres y valor gastronómico de la llámpara en Quintes y Quintueles

La llámpara es un molusco gasterópodo de la familia de los patélidos de concha cónica, de una sola pieza y contorno oval, extremadamente voraz que desnuda el entorno que la circunda en las correrías nocturnas emprendidas en busca de comida, devorando sabanas verdes de ocle que cubren las rocas; aunque eso sí, una vez concluida la faena, regresa siempre al mismo sitio, al puesto que tiene allí. Alguna variedad, como la de los fisurélidos, tiene un orificio, una fisura en el pico por donde defecan antes de echarse a dormir. Al ser unisexuada libera el esperma en el agua y de los huevos fecundados salen larvas pelágicas que evolucionan hasta convertirse en llámparines. Después se adhieren con tal fuerza a las rocas con su robusto y musculoso pie que se produce un cierre hermético protegiéndolas eficazmente de las más fuertes olas, contra la sequedad durante la bajamar, e incluso de los rayos del sol y contra el peligro de perder sal cuando son azotadas por la lluvia. 
Las conchas no sólo pueden variar mucho de color, sino de también de forma cuando cambian de ubicación: las situadas en lugares que quedan secos durante bajamar tienen el cono más agudo, y las que siempre están cubiertas por el agua son más aplanadas. Teniendo en cuenta que su fuerza de succión supera 4000 veces el peso propio, conviene pertrecharse de un artefacto ad hoc, una herramienta con mango de madera y vástago de hierro, con extremo aplanado a modo de escoplo y meterlo con fuerza y decisión. 
Así lo hacía yo de guaje en los pedreros de la desaparecida playa del Tallerín de Jove, donde el comer y el arrancar todo era empezar. Crudas iban directamente a la boca, con el único aditamento del agua del mar y su yodo escurriendo por la comisura de los labios. Muchas comí así y lo sigo haciendo en la intimidad, para no poner en juego mi prestigio de reputado gastrónomo. Aunque confieso que lo que realmente me pone es la gastronomía insólita. He disfrutado hasta el paroxismo comiendo escarabajos de agua; hormigas; huevos de hormiga; saltamontes; cocodrilo; serpientes; tortuga; anémonas, ojos de besugo; sopa de labios de pescado; orejas, pepinos, caballitos y estrellas de mar. 
Pero bueno, hoy el asunto gastronómico va de llámpares, ese molusco cuya forma recuerda al típico gorro chino (por cierto, en China, donde también abundan, me puse morado de comerlas en exóticas preparaciones. Al igual que en Canarias, lugar en el alcanzan un gran tamaño y son elaboradas a la plancha rociadas con mojo verde). De todos modos me quedo con la llámpara de Quintes a Quintueles y de Quintueles a Xixón, como dice el viejo cantar de Juan Martínez Abades; la de las rocas de La Güera, La Escalera, El Pielgu y La Tuerba, que aguardan escondidas en numerosos rincones y se ofrecen como un premio al caminante que supera su difícil acceso. 
Si como antes decía, muchas fueron las que comí crudas, no menos fueron las devoradas tras ser cocinadas, ya sean guisadas en salsa verde, a la sidra, en sopa, en revuelto, en tortilla, con arroz o sencillamente “afogaes”. Personalmente me quedo con estas últimas, muy brevemente tocadas al fuego como con tanta sabiduría preparan en Casa Kilo de Quintes, convirtiendo su habitual gomosidad neumática en pura gelatina oceánica.
Eufrasio Sánchez


Como complemento a este articulo, os dejamos dos recetas de llámpares:
Llampares afogaes
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Ingredientes:
1 kg de llampares, una cebolla, 1 diente de ajo, un cucharada de maizena, una guindilla, un vaso de sidra, sal.
Pique la cebolla finamente y el diente de ajo cortado en finas láminas a fuego medio. Cuando empezó a pocharse, añadí una cucharada de maizena , la guindilla, una pizca de sal, lo deje freír todo un poco y a continuación puse el vaso de sidra, y los removí todo hasta que se quemo el alcohol. Eche les llampares y lo deje cocer todo un poco hasta que se separaron de la concha.
Hay que tener cuidado de no pasarnos con el tiempo porque quedarían demasiado duras.
http://elmandilondemama.blogspot.com.es/2012/04/llampares-afogaes.html
  Llampares a la sidra
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Llámpares  a la sidra, es una receta tradicional asturiana cuyo ingrediente estrella es uno de los moluscos con mayor sabor a mar: las llámparas (o lapas). A nosotras nos encantan, y hoy las cocinamos gracias a nuestro cuñado que ha tenido el detalle de "pescar" unas buenas llámparas, puesto que es difícil encontrarlas en pescaderías. Nos viene a la memoria cuando siendo "guajas"  íbamos a coger llámparas con nuestro padre a algún pedrero cerca de casa, y al día siguiente nuestra madre nos preparaba una llamparada. Ésto hoy en día no se puede hacer: cuidado que vengáis de vacaciones a Asturias y se os ocurra coger algún molusquillo... Podréis probarlas en muchos pueblos costeros de Asturias, e importante es el Festival que se celebra cada año en Quintes y Quintueles. Ésta es una forma muy sencilla de hacer las llámpares, y es la receta que nos ha hecho nuestra madre toda la vida.
 Primeramente tenemos que lavar bien las llámparas,  para que suelten toda la arena. Para ello las ponemos en un bol con agua fría y un puñado de sal. Transcurrida una hora aproximadamente, las lavamos bien debajo del grifo.
En una cazuela (mejor de barro), sofreimos la cebolla finamente picada y el diente de ajo a fuego lento. Cuando empiecen a pocharse, añadimos el jamón cortado en taquitos pequeños (ésto es opcional), añadimos una cucharada de pan rallado y la guindilla. Añadimos las llámparas,  una pizca de sal y el vaso de sidra, removiendo todo con ayuda de una cuchara de palo. Cuando las llámparas se hayan despegado de sus cáscaras, dejamos cocer todo durante un par de minutos, con cuidado de no pasarnos porque quedarían demasiado duras
.http://sisters-blogg.blogspot.com.es/2012/07/llampares-afogaes.html

Otra receta
Susana Alonso ha escrito un comentario "Y pongo mi receta: un buen platin de llámpares de la tuerba (lavaes en el pedreru con agua de mar). En un cazo un poco de aceite, un diente de ajo y un chorrin de sidra, echo les llámpares y tapo pa que se "afueguen" en cuanto despeguen del cascu estan listes...y lo que sobró de la botella de sidra pa acompañar!!!!!!"
"Mi padre decía que a les llámpares lo que mejor se les podía echar era: NADA, cada vez que veo recetas con cebolla, tomate, jamón, chorizo!!!! Entiendo 2 cosas: 1 que si eran buenas ya me las estropearon 2. Que si las aliñan es porque son de mala calidad....para gustos...."