11 octubre 2011

Último adios Luis Caso deja una plaza muy dificil de cubrir - Fallece a los 79 años Luis Caso, el veterano corresponsal de EL COMERCIO en villaviciosa

A la izq. Luis Caso, en una de sus actuaciones como El Charro Negro, en la emisora de Radio Oviedo.

En recuerdo del Charro Negro
Luis Caso, corresponsal de EL COMERCIO en Villaviciosa, fallecido el pasado lunes, desplegó una intensa actividad cultural en su juventud. Desde la canción mexicana al cine, nada se escapaba a su curiosidad.
16.10.11 - 02:42 -
GONZALO MIERES
El pasado lunes fallecía Luis Caso, histórico cronista de La Mariña en las páginas de este diario, compañero y, como reza el clásico en esta ocasión más auténtico que nunca, sin embargo amigo. Todos los años Luis Caso asistió este último verano a la entrega oficial de premios del Concurso de la Canción Asturiana de EL COMERCIO en la plaza Mayor de Gijón. Nos dimos un abrazo, como siempre, y hablamos de su zona mariñana, de los recuerdos de otros tiempos, sobre todo de los artísticos y, como no, de su época de cantante cuando lucía impecable su traje de charro y llevaba por los escenarios la música y letra de las rancheras bajo el nombre artístico de El Charro Negro. Y no solo mexicanadas, porque Luis Caso, que gozó siempre de buena voz, también cultivó la canción melódica con la que llegó incluso a participar y a cautivar al público en aquel conocido programa de Radio Oviedo llamado 'Rumbo a la fama'.
Le gustaban los escenarios, la escena en general. Tanto que llegó a hacerse actor aficionado y participó como extra en las películas 'Los peces rojos' (año 1955) con José Antonio Nieves Conde, Emma Penella y Arturo Córdoba, y en 'Jandro' (1964), dirigida por Julio Coll, y donde conoció a los actores María Mahor, Jorge Rigaud y un jovencísimo Arturo Fernández.
Fue la de los cincuenta una trepidante época para Luis Caso como actor de teatro amateur en la comarca maliaya. Aquel día en que nos vimos en el último certamen de tonada me recordaba, por ejemplo, su protagonismo en la obra 'Pastor y borrego', de Carlos Arniches; 'La locura de Don Juan', que se repuso con éxito en Peón, mientras que en Cabueñes representaban 'La Praviana', de Vital Aza.
Perteneció Caso al Centro Artístico Gijonés y formo parte de la dirección artística del Hogar del Productor de Ceares, barrio en el que vivió algún tiempo. También tuvo experiencias en el teatro asturiano, de las que recordaba su amistad con Rufino Peña.
En los teatros asturianos
En cuanto a la canción, cultivó Caso todo tipo de estilos desde la canción melódica, a la española pasando por la mexicana, en este caso con el seudónimo de El Charro Negro. Sus actuaciones se prodigaron por los principales teatros asturianos desde el Teatro Arango, a los desaparecidos Campos Elíseos; el de Prendes, de Candás; el Riera, de Villaviciosa; el Capitol, de Mieres del Camino; el Palacio Valdés y la sala Luzana, de Avilés y, como no, en el mítico Somió Park de Gijón.
Como profesor de canto tuvo a Pipi Antuña, quien le adaptaba las partituras a su tesitura de voz. Participó en numerosos concursos en Radio Gijón. En 'Rumbo a la gloria', en cuyo certamen se despidió en1962, actuó en representación de la Agrupación Artística Gijonesa, llamado por aquel entonces por el popular Juan Marty. Llegó a la final del concurso y solía recordar que fue descalificado por la tontería de dedicar su actuación. Sirva como anécdota que presentaba el concurso Menchu Álvarez del Valle, hoy abuela de la Princesa de Asturias.
Luis Caso se retiró del mundo artístico al contraer matrimonio en el año 1961 con una de sus más fieles fans, Ana Cardeli, cuando ya resididía en Quintueles. Aún así mantenía sus múltiples inquietudes. De hecho, comenzó a escribir sus crónicas deportivas y destacar todos los valores deportivos y culturales de la zona mariñana. Su apoyo a todas las manifestaciones artísticas y sociales es de sobra conocida, dado que de todas ellas daba cuenta en EL COMERCIO, donde comenzó a colaborar en 1974. Asumió con naturalidad los necesarios cambios tecnológicos en el mundo de la comunicación, es decir el envío de sus crónicas desde la distancia, aunque lo suyo fuera el periodismo a pie de calle.
Hace mes y medio recibí un correo electrónico suyo en el que me enviaba unas fotografías de su época de cantante y me decía: «Gonzalo, sé que algún día podrás publicar estas fotos, sé que lo harás, no me olvides. Te agradezco todo lo que has hecho y, además, sabes lo bien que me han tratado todos los compañeros de EL COMERCIO». Era la contestación al envío de una fotografía en la que estamos los dos en la plaza Mayor de Gijón en el concurso de tonada. Luis siempre fue un hombre servicial y eficaz. Reflejar su espléndida vida artística es un placer. Quiero recordar para terminar el emotivo y multitudinario homenaje que le brindamos en 'Bravo, asturianísimo', en el Teatro Jovellanos en 2008. Ese día pronunció unas palabras que dicen mucho de la personalidad de nuestro corresponsal en Villaviciosa: «A mi edad las muestras de cariño y amistad se agradecen más, pero Chelo Tuya (redactora de este diario) se ha 'pasado' al calificarme de 'maestro'».
Actor, cantante, maestro de la vida y entrañable amigo y defensor a ultranza de la zona maliaya. Así era Luis Caso. Nunca te olvidaremos.


Dcha. a izq. Ana Maria Vallina, hija de Luis Caso; su marido, Francisco Javier Rivela; y sus nietos Francisco Javier y Juan Jesús.


Los restos mortales de Luis Caso a su llegada a una repleta iglesia de Quintueles

Villaviciosa
Último adiós al cronista de La Mariña
Cientos de personas despiden en Quintueles a Luis Caso, corresponsal de EL COMERCIO en Villaviciosa desde 1974
13.10.11 - 02:37 -
LYDIA IS QUINTUELES.
Para él, La Mariña era su territorio y ayer quedó claro que su pueblo no se olvidará nunca de José Luis Vallina Caso, Luis Caso para todos, el corresponsal de EL COMERCIO que dio voz a los pequeños núcleos de Villaviciosa y que falleció el lunes, de forma repentina, a los 79 años. Familiares, amigos, compañeros y vecinos abarrotaron ayer la iglesia de Quintueles para dar su último adiós al veterano cronista y devolverle parte del cariño que entregó al concejo durante sus casi cuarenta años de actividad periodística.
El sacerdote José Manuel Pidal, pariente de Luis Caso, ofició el funeral asistido por los párrocos de Quintueles y de Villaviciosa, José Manuel García y Adolfo Álvarez, respectivamente. Durante la homilía, Pidal recordó a Luis Caso como «un hombre entrañable, muy trabajador y responsable; siempre dispuesto a hacer un favor. Se marchó sin avisar, dejándonos a todos muy tristes». El párroco señaló también que «fue un hombre que se hizo a sí mismo. Pese a que no tenía estudios, estaba muy bien preparado y conocía a la perfección todo lo que pasaba por Villaviciosa, sin buscar la polémica».
Nadie era indiferente a su afán por estar siempre al lado de los colectivos y asociaciones. Por eso todos aquellos que lo conocían se mostraban ayer muy emocionados.
«Era muy buena persona, muy colaborador, siempre pendiente de todo; se le quería mucho», decían ayer al unísono varias vecinas. «Luis estaba muy bien considerado en toda Villaviciosa» aseguró Enrique García, vecino de Quintueles y amigo de Caso.
Un día antes de su fallecimiento había estado en Villaviciosa informando del Festival de la Manzana. «Estuvo al pie del cañón hasta el último momento», señaló Ana Carmen Fernández, concejala de Servicios Sociales de Villaviciosa. «Era un gran profesional, siempre que necesitabas a Luis ahí estaba, buscándote un hueco en el periódico».
Igualmente, la presidenta de la Mancomunidad de la Comarca de la Sidra y portavoz de Foro Asturias en Villaviciosa, Ana López, se mostró muy apenada por la muerte de Caso. «Le conozco desde hace muchos años y siempre estábamos de broma. Al principio, siempre me ponía los apellidos al revés y me provocaba mucho. Además, coincidíamos en todas partes, era muy atento y siempre estaba atravesado por ahí; espero que ahora, donde quiera que esté, siga igual de atravesado», señaló.
Tras el adiós del Quintueles que le vio crecer, los restos mortales de Luis Caso fueron incinerados en el Tanatorio de Cabueñes en Gijón.
«Luis Caso deja una plaza muy difícil de cubrir; era una gran persona»
La iglesia de Quintueles acoge esta tarde, a las cinco, el funeral del que fuera corresponsal de EL COMERCIO en Villaviciosa
12.10.11 - 02:37 -
L. I. A. VILLAVICIOSA.
La triste noticia de la muerte del veterano corresponsal de EL COMERCIO José Luis Vallina Caso, Luis Caso -el lunes en el Hospital de Cabueñes-, tiene conmocionada a Villaviciosa. «Le vamos a echar mucho de menos; deja una plaza muy difícil de cubrir». Rocío Vega, presidenta de la Federación de Vecinos, recuerda todavía el último reconocimiento que le dedicaron el pasado mes de junio. «Tiraba de todas las asociaciones y colectivos, sobre todo de las zonas pequeñas», destacó.
Rocío Vega no fue la única que destacó el afán colaborador de Luis Caso. Una de las personas que más relación tenía con él en Villaviciosa era Vicente Alonso, propietario del café Vicente y fundador de un portal digital de información sobre el concejo. «Fue uno de los maestros de mi vida, una bellísima persona y mejor hombre, un gran amigo de los que dejan huella», comentó. Luis fue a verle el pasado domingo, antes y después de asistir al Festival de la Manzana para escribir su crónica del día. «Estaba un poco cansado, pero tomó algo e incluso salió a fumar conmigo», recordó.
Numerosas personas se acercaron durante el día de ayer hasta la sala número 3 del Tanatorio de Gijón para dar el último adiós a Luis Caso y acompañar a la familia. El funeral tendrá lugar hoy, a las cinco de la tarde, en la iglesia de Quintueles.



Un sonriente Luis Caso, hace unos meses, en la redacción de EL COMERCIO en Gijón


Vinculado al periódico desde 1974, el cronista murió anoche de forma repentina en el Hospital de Cabueñes
11.10.11 - 02:39 -
LETICIA ÁLVAREZ / LAURA MAYORDOMO GIJÓN.
José Luis Vallina Caso, para nosotros Caso, Luis Caso, falleció anoche en el Hospital de Cabueñes de forma repentina. Tenía el veterano cronista 79 años, cumplidos el 24 de abril, muy cerca del día del libro (23), lo que quizás hizo que los astros depositaran en él un afán por la lectura y también por la escritura que pronto le llevó a redactar sus primeros artículos en la prensa. Primero, deportivos; después, de información general y siempre sobre lo que acontecía en su Villaviciosa natal.
Nació el corresponsal de EL COMERCIO, uno de los más veteranos de Asturias, en 1932 en Quintes, en la conocida como la casa 'La Remienda', en el barrio de Cimadevilla. Con solo nueve años su madre enviudó y se trasladó a la vecina parroquia de Quintueles donde Caso crecería y se convertiría en un conocido escayolista, profesión que no abandonó hasta su jubilación. Pero éste fue solo el oficio del carné de identidad. En realidad, Caso dedicó su tiempo al teatro como actor amateur; a la música -cantando rancheras y haciéndose conocido en los escenarios como El Charro Negro por su talento a la hora de interpretar rancheras- y, sobre todo, a escribir la historia de Villaviciosa en su día a día.
Luis Caso comenzó sus pinitos periodísticos en 'Voluntad'. Allí escribía sobre el Quintueles, el Lealtad y otros equipos regionales, además de contar algunas veladas de boxeo, deporte que le apasionaba. De la mano del también desaparecido compañero Jenaro Allongo empezó a escribir en EL COMERCIO. Corría el año 1974 cuando su firma comenzó a aparecer en las páginas de la sección de deportes y, poco a poco, buscando como era habitual en él más espacio para la cantidad de cosas que quería contar, se hizo un hueco en las páginas de la información general siempre narrando el día a día de todo lo que acontecía en Villaviciosa, desde Quintes hasta Valdediós, de Venta las Ranas a Castiello de la Marina.
Nada se le escapaba a este escribidor de noticias, que tenía perfectamente cogido el pulso a esta zona a la que dedicó todo su tiempo. Tanto que, por fortuna, a Caso le homenajearon en vida todos sus vecinos y en más de una ocasión. Hasta treinta homenajes se le rindieron, si es que en la cuenta no se pierde alguna cita con quienes le querían y admiraban su trabajo. Anoche Amalia Palacio, de La Rasa de Rovigo -que le rindió homenaje en 2009-, lamentaba «una pérdida irreparable porque gracias a él se dio a conocer al resto de Asturias toda esta zona». Como ella, Adolfo Martínez, de la asociación San Clemente, de Quintueles, aseguraba que Caso había sido sin duda «el cronista oficial de la Mariña».
Su última crónica
Ayer mismo se publicaba en este periódico la última de sus crónicas. Se la dedicó al festival de la manzana de Villaviciosa, al que acudió puntual a pesar de que, tal y como reconocen ahora sus familiares, «se encontraba muy mal». Caso viajó a Villaviciosa por la mañana y por la tarde para ser testigo de la celebración, pero algo había cambiado en él, recuerda su yerno Javier Rivela: «Noté que estaba malo porque jamás nos dejaba que le lleváramos en coche y el domingo cedió y me dejó que le llevara a la Villa». Ya por la tarde su esposa Ana María notó que las fuerzas le flaqueaban, pero una vez más Caso cumplió con su trabajo y envió la crónica en tiempo y forma. No pudo ver su página en papel porque amaneció enfermo y fue ingresado en el Hospital de Cabueñes, donde por la noche, de forma repentina le falló el corazón de manera irrecuperable.
Caso, cuyo funeral se celebrará mañana a las cinco, en la iglesia de Quintueles, deja mujer, hija (Ana María) y dos nietos (Francisco Javier y Juan Jesús), pero también deja escritos innumerables artículos que son ya parte de la intrahistoria de Villaviciosa y sus gentes.
Desde estas líneas sus compañeros queremos expresar nuestro hondo pesar a su familia. Descanse en paz.

Noticias extraidas de : http://www.elcomercio.es/