24 octubre 2010

José Luis García gana el III Premio Irreverentes de Novela



El escritor afincado en Quintes logró el galardón con 'El barón de Bonamant', una sátira de los amores de la reina Isabel II
24.10.10 -L. CASO QUINTES.
Hace más de cinco años que decidió instalarse en Quintes, donde ha encontrado la tranquilidad y el reposo necesario para enfrentarse a una cuartilla en blanco. Con su retiro en tierras maliayas, José Luis García Rodríguez (que ocupó cargos directivos en distintas empresas, participó de forma activa en la transición política española y fue uno de los fundadores de la Federación Socialdemócrata Española y, posteriormente, de la UCD) ha podido por fin dedicarse a su verdadera pasión: las letras. En Quintes, «un rincón maravilloso y rodeado de naturaleza y plena tranquilidad para dedicarme a lo que siempre me atrajo: la literatura», ha alumbrado varias obras. Con 'El barón de Bonamant', acaba de conseguir el Premio Irreverentes de Novela.
La tercera edición de este certamen literario -que organiza la editorial madrileña del mismo nombre- consiguió una amplia participación: concurrieron 229 obras procedentes de 22 países. Además de autores españoles -con 120 novelas a concurso-, se presentaron escritores de Argentina, Cuba, México, Venezuela, Colombia o Uruguay. El objetivo de la editorial es encontrar «grandes escritores de fondo, irrespetuosos con las normas establecidas».
Además de un premio en metálico de 3.000 euros, José Luis García verá publicada su obra en las próximas semanas. El propio García se encargará de presentarla al público en Gijón, Madrid y Palma de Mallorca, donde precisamente se encuentra el hilo argumental de su novela. «Elegí esta ciudad como podía haber elegido otra, porque la conozco bien», explica el escritor, nacido en Madrid en 1944 y que vivió en Mallorca durante diez años.
El cuerpo de la novela, llena de humor y sarcasmo, comienza con una de las conocidas frivolidades de la reina Isabel II de Borbón. Disfrutando de unos días de descanso en Mallorca, la monarca sufre una repentina pasión por Jaime Ripoll de Berenguer, un caballero a quien concede el título de barón de Bonamant (buen amante) a cambio de una noche de pasión.
Comienza con él una dinastía familiar con la que el autor recorre los acontecimientos políticos, sociales y económicos de España, desde la Guerra Civil hasta el último cuarto del siglo XX. La obra es, además, una crítica sarcástica y mordaz a los nuevos ricos.