25 agosto 2009

Les Xanines en Quintueles, -24-agosto-2009

25.08.2009 -L. CASO- VILLAVICIOSA
Este ambiente de asturianía me pone los pelos de punta». Son palabras de un emigrante argentino, mientras se fotografiaba ayer con los componentes de la banda de gaitas en las fiestas de San Bartolomé de Quintueles. Y es que tanto la comisión de festejos como los vecinos y residentes eventuales se volcaron ayer con la atracción 'estrella' de la mañana: el desfile de carrozas. El objetivo era superar la creatividad de ediciones precedentes y, a tenor del seguimiento del público, lo consiguieron con creces. 17 vehículos, todoterrenos y tractores engalanados, arrastraron las carrozas ocupadas por niños, jóvenes y mayores, vestidos con trajes típicos asturianos. Así, las mujeres iban vestidas de aldeanas, con falda larga gris, pañuelos y delantal negro, y alpargatas. En total, más de 200 personas formaron parte del desfile.
La caravana, con representación de todos los barrios del pueblo, arrancó a las 10 de la mañana precedida de motoristas de la Policía Local y encabezada por la banda de gaitas de Candás. Recorrió la carretera central del pueblo, de unos 5 kilómetros, para regresar al templo parroquial, en el que se celebró la misa sacramental, cantada por el coro de Villaviciosa y en la que no faltaron la música de gaita y tambor y los bailes regionales.
A la eucaristía, le siguió la procesión, con el Santísimo, bajo palio, portado por el párroco Abelardo García, que estuvo acompañado de otros tres sacerdotes, además de los gaiteros, el grupo de baile, el ramu y decenas de fieles.
Finalizado el acto religioso, cada carroza invitó a los romeros a sidra, pinchos de jamón, chorizos y huevos cocidos. En el caso de la de Rovigo llevaron hasta un total de 15 kilos de llámpares, mientras la banda de gaitas candasina ofrecía un aplaudido concierto. En el aparcamiento de la iglesia, Les Xanines, de Quintes, ofrecían un recital de bailes regionales, que fueron muy aplaudidos por los centenares de romeros, entre los que no faltaron los habituales procedentes de Gijón. En concreto, de Somió y La Providencia. Los festejos se cerraron con una animada verbena.